lunes, 6 de julio de 2009

¡Que hable, que hable!



Cuantas veces en lo cotidiano, nos encontramos con situaciones que para algunos son muy difíciles de resolver, generalmente no por falta de capacidad, sino por lo imprevisto de lo solicitado.
Solemos escuchar: -¡que hable el asador!,
-¡que hable el novio!,¡ el padre de la novia!,
o en una reunión que cada uno exprese su idea sobre el tema tratado...o el discurso en un acto.

Son momentos en que las manos comienzan a verter agua, los pómulos se ponen rojos o a algunos pálidos totales. En cambio otros disfrutan de esos momentos y no paran de hablar (y el que con mucho énfasis pedía que hable, piensa en lo más intimo: para qué se lo pedí.)
¿Porqué pasa eso?
Todos los días conversamos con la familia, con amigos, y todo está bien.
Pero cuando esos amigos, o colegas se convierten en auditorio, hay silencio y están expectantes por las palabras que hay que pronunciar, eso se está convirtiendo en un discurso.
¿Qué tal?
¿Ud. se ha puesto nervioso?
Hay muchos libros que tratan sobre ello, y el secreto revelado en muchos es que se pone nervioso porque le falta experiencia, porque no está seguro de lo que debe decir y teme ser criticado o no conoce sobre el tema.
Hoy, sólo daré apenas unas sugerencias prácticas, que más adelante de a poco, para no aburrir, iré completando.
Cuando nos piden la palabra, o nos toca ese discurso especial:
1- Nos paramos frente al auditorio tomándonos nuestro tiempo (por supuesto no demasiado).
2- Si no tenemos micrófono, o es portátil y podemos, nos acercamos al centro del escenario, y miramos la cara de nuestro auditorio, fijándonos en especial en aquel que nos sonríe o nos asiente con la cabeza.
3-Respiramos profundo, soltamos el cuerpo y comenzamos cuidando el volumen.
4- No es necesario una voz con un tono muy elevado, ni muy bajo, porque lo primero nos dejaría en unos minutos cansados, sin voz y aturdiríamos al público, perdiendo el entusiasmo de quienes nos deben escuchar.

Dijo Cicerón: "En todos los asuntos, una preparación se necesita antes de empezar"

A lo que yo humildemente agrego: si tienes un espejo en tu casa, y el tema está anticipado, no dejes de cerrar la puerta de la habitación, párate frente al espejo, salúdate y habla como si tuvieses al auditorio presente. Mírate como gesticulas, como abres las manos y vocaliza con tranquilidad y claridad.
Espero que estos tips te sean de utilidad, pónlos en práctica para estar preparado.

En unos días, si te parece bien, seguimos..

"Todas las palabras son perchas para colgar ideas".Beecher
Que nuestras ideas estén bien sostenidas...
E.Z.

2 comentarios:

Elisa Zonis dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

“Hay una verdad que permanece firme. Todo lo que sucede en la historia del mundo se basa en algo espiritual. Si lo espiritual es fuerte, se crea la historia del mundo. Si es débil, la historia del mundo sufre” Albert Schweitzer
Hoy estoy agradecido el encontrarme este blog con tanto alimento para el espíritu. Sus palabras e imágenes transmiten un sentimiento de afecto e interés profundo y grande, provocando un placer intenso.
¡Gracias! y ¡Felicitaciones!...Chiriringui