martes, 28 de julio de 2009

cartas de amor...sin edad

Me gusta alguien,
¿ me ayudas a escribirle una carta?.
Está en otra ciudad, y tengo ganas de que sepa que lo quiero, pero soy tan grande y es como que se me ha olvidado el escribir y no encuentro como expresarme...

La amiga intelectual le dijo: "Sólo se necesita un papel, un lapicero y un halo de aventura en el pensamiento y un haz de luz en el corazón". Es simple la fórmula.

(Pero no es tan simple juntar las letras, traducir los sentimientos y enviar ese primer pensamiento armónico, que trasbasa los sentidos y acelera el pulso, sobre todo cuando medio siglo ha transcurrido y hay toda una historia detrás) .
Es así, para el amor no hay edad.

-Veamos, apúntame que quieres decir.
-Este...que me alegré cuando lo encontré, que desearía verlo y charlar tomados de la mano como antes, que pasearía en una barcaza en el río...y escucharía música suave junto a él en un atardecer.

-Bueno...Querido mío: estoy muy contenta pues te he encontrado...
-Nó, sé más dulce, más cercana, más amigable.

Otra vez, sería...Querido amigo...
No, no es lo que quiero decir, es muy frío y me da escalofrío y justo quiero dejar de ser su amigo, ser algo más cerca...¿Me entendés?
-Creo que lo mejor es que lo hagas tú, con tus palabras y tu emoción, pues yo no lo siento y no lo puedo traducir.
Temblorosa, tomó el papel, arrugó el entrecejo, se paró, dio vueltas por la habitación y decía en voz alta, no puedo...no me sale.
Hasta que eufórica, rió y rió.
Tomó el papel, lo besó, dejó sus labios marcados y solo escribió: Toda mi vida te he estado esperando, quiero estar a tu lado para siempre. Te quiero:yo.

Brotaron palabras para ella mágicas, sencillas, traduciendo un hoy.
En el aire voló tenuamente una plumita que la tocó.
-Te quiero hoy. Están tocando nuestro vals...
E.Z.


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