sábado, 8 de agosto de 2009

Lo esencial es invisible a los ojos...

En estos días me he encontrado con personas conocidas y que hace algún tiempo que no conversábamos y de pronto, escucho: te voy a decir algo que hace un tiempo me has dicho...
Entonces, me tomo de la mesa y pienso : huy, qué habré dicho!!!
Y se me presentó algo que siempre expreso y practico: lo esencial es invisible a los ojos.
Y aparecen frases, pedacitos de charlas, indicaciones...y por suerte les ha hecho bien.
Eso me da tranquilidad, pues no les he dicho una barbaridad, algo que luego sea difícil de arreglar.
Porque cuando uno habla, debe ser siempre muy respetuoso de sus semejantes, porque existe lo que se denomina: línea de conducta.
Si traspaso el límite, también estoy dando oportunidad a que el otro lo traspase.
Y luego, es muy difícil el arreglo y sobre todo penoso, si lo deseo restaurar.
Un espejo que se rompe, por más esmero al pegarlo, no nos permitirá reflejarnos exactos, porque aparecerán los pequeños quiebres y la imagen personal distorsionada.
Pero entiendo que hay que ser sincero, humilde en las palabras.
No es servilismo, ni adulación.
Es respeto e interés por el otro.
¿Y a que va todo esto con que "lo esencial es invible a los ojos."
Porque "El Principito" más que un libro, es un reflejo de la sociedad en un espejo que es importante mirarnos, antes de hablar y proyectar sus reflejos.
Nos hace reflexionar sobre lo natural y la importancia de la vida.
Y sobre todo nos lleva a recapacitar como adultos, frente a la espontaneidad de los niños, a la comprensión de estos pequeños ante el mundo.
Un beso para todos los niños y para aquellos que como el principito, saben oír y amar a sus semejantes.E.Z.



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