domingo, 20 de septiembre de 2009

Correr aunque se rompan las zapatillas...


Hoy alguien muy cercano en mi afecto corrió en media maratón Padre Gasparotto, en la ciudad de Santa Fe.
Expreso mi alegría, por el ver cumplir etapas bien hechas, sobre todo con un carácter muy especial, forjado a través del "Yo puedo".
Esas dos simples palabras en esa persona han significado mucho, al igual que cuando pequeño, era el colocarse la ropa y decir "yo solo", que contenía el mismo significado.
El poder hacer, el luchar positivamente para alcanzar un anhelo.

Una vez leí que cada persona nace con un "medidor de esperanzas".
Todos lo tenemos. Lo que ocurre es que algunas personas permiten que ese medidor se oxide, o se abandone. Otras lo bien usan.
Pero les aseguro como buena "ama de casa" que se lo puede limpiar y ponerlo a punto nuevamente. Eso es lo importante.
Y así como somos responsables de nuestra persona, también depende de nosotros ese medidor.
El impulso personal es lo que nos puede llevar a cumplir los sueños, que nos los pueden detener, algunas veces, pero sólo temporalmente.
Pues si los tenemos enraizados, aflorará en algún momento igual o reconvertido o ampliado en otra cosa.
Winston Churchill decía en unos de sus famosos discursos: "¡Jamás,jamás, jamás te des por vencido!"
La felicidad está hecha de retacitos de momentos, siempre digo: es un patchword de colores.
Este es un momento feliz.
Gracias por este regalo.

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