domingo, 5 de septiembre de 2010

Vibra la energía...




A diario recibo mensajes, mails, como seguramente todos ustedes. Algunas veces coinciden con mis pensamientos, otras no. Entonces viene el momento reflexivo, como cada cosa de nuestras vidas: lo mantengo o lo borro. Es la limpieza mental que efectuamos con frecuencia, algunas veces deliberada otras de manera inconsciente. Pero generalmente es pensada.Y hoy traigo, algo que acabo de leer en un boletín y que lo comparto. Es de autor anónimo, tocó algo en mí y se los paso para que lo guarden o lo desestimen, como lo expreso más arriba.

¡QUÉ HERMOSO ES TU CORAZÓN!

Aquel día un joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaba en él un solo rasguño...Todos coincidieron que era el corazón más hermoso que hubieran visto. Al verse admirado, el joven se sintió más orgulloso aún y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo lugar. De pronto, un anciano se acercó y dijo: ¿Por qué dices eso, si tu corazón no es tan hermoso como el mío?.Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y había zonas donde faltaban trozos, y éstos habían sido reemplazados por otros que no correspondían, pues se veían bordes y aristas irregulares. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos. La mirada de la gente se sobrecogió, ¿cómo puede decir que su corazón es más hermoso?, pensaron.El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado se hecho a reír. Debes estar bromeando dijo, comparar tu corazón con el mío.. el mío es perfecto, en cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor.-Es cierto, dijo el anciano, tu corazón luce perfecto, pero ... mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado, muchos a su vez me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque me recuerdan el amor que hemos compartido.Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio; de ahí quedaron los huecos. Dar amor es arriesgado pero, a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando, y alimentan la esperanza de que algún día regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón. ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?´.El joven permaneció en silencio, las lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez, arrancó un trozo del suyo, ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.La pieza se amoldó pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior. Anónimo


Y ahora dime... ¿Cómo es tu corazón? Te regalo un pedacito del mío...si sirve para arreglar el tuyo.
04/09/10
de Elisa Zonis

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