martes, 5 de enero de 2010

Compartamos un nuevo calendario...el de la alegría


Se ha iniciado un nuevo año, todos nos deseamos felicidad.

¿Y porqué lo hacemos?


Algunos por simple costumbre, para cumplir, otros por compromisos sociales, otros con cariño, con amor.

Dentro de la cantidad de mensajes que nos trasmitimos, siento a veces que me deslumbran, me seducen, me emocionan, pero otros me irritan.

Eso me pasa por analizar, debería dejar libres a las palabras, para que vuelen y se prendan en un buen árbol que les de la savia natural del sentido común.

Esos mensajes "tipos", muchas veces no son coherentes con quien los envía.

¿O serán diferentes esas personas de lo que muestran en lo cotidiano?

Me place sentir una llamada telefónica, un abrazo espontáneo en la calle de quien se alegra por encontrarnos, una mirada cómplice de alegría por momentos buenos, una tarjeta con una foto personalizada, calidez.

Mensajes recibidos de lejos, que son una brisa suave de recuerdos que llevan a un lírico espejo de imágenes, donde uno a uno van pasando por el tamiz feliz de momentos compartidos y deseos renovados a compartir.

Estoy mirando mi interior, no por ego, sino por comprensión buscando porqué algunos me irritan y quiero observarlos desde otra óptica dado que no son parte de mis pensamientos para comprenderlos y no puedo, por ello no los incorporo, trato de que fluyan en mí y caigan en una hojita que se traslade a quien le sirva.

Si es que eso le hace bien.

-¿Qué significado tiene decir: "Cuando Dios te quita aquello que tenías agarrado, El no está castigando, sino simplemente abriendo tus manos para recibir algo mejor"?

¿Podemos decir eso a quien ha perdido un hijo, un hermano, un amigo?

¿Qué es mejor ? ¿Qué significado tiene?

Mi sentido común me lleva a pensar buenamente que quien me dice eso, piensa que es una ayuda a mi espiritualidad.

Lamentablemente remueve el dolor, y estoy segura que no fue su intención.

No atravesamos la misma dimensión, pues posiblemente el mensaje trató de ser consuelo.

Leí que en la Escuela de la Universidad del Dolor que trae la muerte, no se diploma nadie que no la transita y no la muerte de uno, porque de uno nada podemos decir, sino la muerte de uno, que es ese ser querido que deja de estar presente, que uno lo percibe y siente.

Entonces :¿como puedo decir que puedo abrir mis manos para recibir algo mejor?

Hay mucho para recibir bueno, pero nunca equivalente, ni mejor que esa vida,son cosas diferentes.

Y no hay castigos, ni culpas, sólo amor.

En el balance siempre es más cuando hay amor, cuando hubo vida y amor. Es lo que trasciende.


Por eso las hojas del calendario para mí pueden caer mil veces, juntas, por separado, volarse, pero siempre estoy para juntarnos a celebrar y brindar por la amistad, la familia, los buenos momentos...por tanto.

Mis manos tienen en un abrazo permanente a mis seres queridos, agarrados fuertemente, los que se me han adelantado y los acaricio en mi pensamiento y los que abrazo y disfruto de su presencia.

También abrazo a quienes no piensan como yo, e igual los quiero y respeto.

El nuevo año ha comenzado, la calle "Alegría" nos invita a transitarla .

Ese es mi deseo para todos, que disfruten, que sean felices

¿Te puedo acompañar?


Elisa Zonis

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