jueves, 4 de febrero de 2010

Que los pensamientos fluyan...


Aquí estoy de regreso en la escritura. Sólo en la escritura, porque me he tomado un descanso literario.Sería como unas pequeñas vacaciones, relajando el ritmo de vida, efectuando otras cuestiones que hacen a una vida más calma, más saludable.

Escribir también para mí es saludable.

Me permite exteriorizar mi envase mental, y permitir una limpieza de ideas para una búsqueda de mejora del entorno y de mí misma.

Y cuando libre de presiones, escucho con la mente blanqueada, puedo dar curso libre al pensamiento, y sentir las sensaciones de la vida.

Vivir a pleno es como sentir la música sin ponerme a analizar, como mirar un cuadro sin buscar porqué lo hizo el autor, qué quiso decir, sino solamente dejarme fluir con la melodía, ver la pintura con placer, así, simple, relajada. Para mí eso es parte del disfrutar la vida.

Y digo parte, porque todo lo bueno es para disfrutar.

No sé escribir bajo presión. Lo hago por placer.

Cuanto más me alejo del pensamiento analítico (que debo usarlo con frecuencia), me permite los escapes, el divague como me dirán muchos.

Diariamente, a todos nos pasa, algunos más otros menos, hay quienes asumen responsabilidades, otros escapan a ellas haciendo que otros se ocupen de lo que ellos disparan, pero la vida es así.

Por eso son necesarias las vacaciones de la mente, para que no dañen el estilo de vida que se elige y que "nadie tiene derecho" a romperlo.Hay quienes dicen que tenemos más de una vida y que luego regresamos. No tengo aún interés en probarlo, por eso digo que nadie tiene derecho a romper otras vidas. Y por ello debemos cuidar la mente como el cuerpo, porque es una integridad que se puede afectar mutuamente.

Es decir, puedo elegir la ropa que me voy a poner, pero no puedo elegir que el día se presente con sol o con lluvia. Por eso sabré si debo llevar un paragüas o anteojos de sol.Es así la vida, con problemas, con dulzuras...Está en mí buscar la creatividad y la objetividad.

Muchos pensamientos que creemos que son problemas no lo son, cuando los comparamos con las cosas grandes de la vida y la muerte.

Suelo sonreir muchas veces, cuando me cuentan cosas mínimas como grandes obsesiones.Pienso , pero no se los digo, y si te hubiera pasado...

Pasa el tren de la vida, y suelo poner en cada vagón, cada tanto una valija vacía de contenido material, pero llena de pensamientos que me afectan, cerrándolos con un buen candado con clave, y los dejo ir...que paseen por el mundo.

Algunas veces regresan, porque tienen un remitente y los reciclo haciéndolos mejores.

Siente la música que ya está por llegar, observa la sonrisa fresca de un niño, ten pensamientos saludables, no pelees, trata de ser cada día mejor para la humanidad, relaja la mente y disfruta, ahora es el momento.

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